¡Ey, familia! ¿Cómo andáis? Hoy me lanzo a compartir algo que me tiene en las nubes, de verdad. Hace meses, quizás años, que no me sentía tan en sintonía con todas las áreas de mi vida. Por un lado, Puerto Escondido, mi paraíso, me tiene enamorado y feliz, pero hoy quiero hablaros un poco más de mi faceta profesional, del juego de los negocios.
Hace un año y tres meses que me metí de lleno en el mundo de las ventas, siendo closer de ventas para productos digitales y otras empresas. Sin embargo, desde hace una semana, he dado un giro y ahora lidero la venta de nuestra propia formación. Sí, ahora enseñamos nuestras habilidades para que la gente se sumerja en el mundo de las ventas, siga nuestros pasos y ¡boom!, se convierta en un crack del cierre de ventas.
Lo chulo es que, como nos bombardean empresas para trabajar con nosotros, redirigimos esas oportunidades a nuestros propios alumnos, chavales que hemos formado nosotros mismos. Y ahí es donde me explota el corazón de felicidad. Veréis, disfruto como un enano en cada llamada de ventas. No es solo porque me encante vender, sino porque sé que si alguien se compromete de verdad con la formación, su vida va a dar un giro brutal.
Conozco el sufrimiento de trabajos miserables, de horarios infernales, de mirar el salario al final del mes y pensar «¿en serio solo esto?». He estado ahí. Pero también conozco la libertad de viajar por el mundo sin ataduras, sin preocuparme de un lugar fijo. Vender desde el desapego, sudándome si compran o no, pero sabiendo que si se comprometen, su vida cambiará.
Me flipa saber que nuestros alumnos, además de aprender la técnica, experimentan una transformación mental. Lo sé porque lo he vivido. Y cuando alguien se une a nuestra comunidad, a nuestra familia de 140 alumnos increíbles, sé que su mentalidad, hábitos y visión del mundo van a cambiar de la noche a la mañana, ¡y para bien!
Y aquí está el quid de la cuestión, estoy en medio de dos proyectos increíbles: iDeal Closer, la agencia de ventas que sé que va a petarlo, y iDeal Setter, la formación que estoy liderando y que sé que va a hacer mucho ruido. Estoy encantado de formar a gente que será el pilar de este proyecto tan bonito.
Conozco los sistemas, conozco a los cracks que están montando esto. Gente como Cristian, Jesús, ¡los mejores infoproductores de España! Estamos dando pasos firmes y lentos, pero sé que todo alumno que se une a nosotros se sube a un barco que va directo al éxito. ¡Y qué guay es sentir que todo tiene sentido!
Mi día ahora es una fiesta. Nunca disfruté tanto vendiendo. Sí, he tomado un par de mezcales mientras grababa esto, pero es que no podía evitarlo. ¡Estoy gozando de mi trabajo! Así que si este vídeo os ha convencido, si queréis subiros a este barco, mandadme un mensaje con «closer» y charlamos. ¡Os quiero un montón, familia!
