¡Ey, familia! ¿Cómo estáis? Aquí andamos, echando un ojo a esa montaña que se ve ahí arriba. Hoy, nos disponemos a conquistarla, la pedazo de montaña del Push Campana. Pero vamos al grano, que no quiero enrollarme demasiado. Quiero compartir algo que creo que nos pasa a muchos, posiblemente también te pase a ti.
A menudo, pasamos toda la semana currando, ya sabes, del lunes al viernes, o del lunes al sábado, como prefieras. Pero estamos ahí, trabajando, y de alguna manera, estamos como ansiosos, esperando que llegue ese ansiado tiempo libre, ese fin de semana.
Resulta que, cuando llega el sábado o el domingo, de repente, tienes tu tiempo libre, pero a veces te encuentras sin planes. Puede que no hayas quedado con nadie, y entras en ese conflicto de no saber qué hacer. A mí me pasa, y lo voy a contar desde mi experiencia. Me encuentro en el dilema de tener tiempo, pero no saber cómo aprovecharlo. No sé qué plan hacer, con quién irme, y entro en ese conflicto que no mola nada.
Entonces, ¿qué hice ayer que me funcionó de maravilla? Cuando me encontré en ese dilema, lo primero que dije fue: «Voy a cumplir con mis compromisos». Como sabéis, todos los días me pego una horita de ventas, media hora de estudio de ventas y otra media hora de marca personal para este canal. Así que, primero, a cumplir con esas cosas.
Entre compromiso y compromiso, me hice la comida y, hacia las cuatro, ya había acabado. No tenía un plan concreto, así que dije: «Ya que no tengo un mega plan, voy a las barras de la playa en Benidorm para entrenar un ratito y disfrutar del solecito». Le mandé un mensaje a mi colega Darse y le dije que se uniera. Efectivamente, vino, y al final, acabamos teniendo un día genial. Entrenamos, nos reímos, hicimos volteretas y luego decidimos ir a cenar por el casco antiguo de Altea.
Conectamos de maravilla, y la tarde y la noche acabaron siendo súper divertidas, sin haber creado un plan mega elaborado. Así que, lo que me di cuenta que funcionó muy bien fue, en primer lugar, cumplir con las cosas que sé que tengo que hacer. Si sabes que tenías que limpiar la casa, pues primero limpias la casa. Si tenías compromisos, cúmplelos.
Porque muchas veces, cuando te quitas eso de la cabeza, el plan aparece. Ayer, eso fue lo que hice. Me desapegué de la idea de que el fin de semana tiene que ser súper divertido, y simplemente hice lo que tenía que hacer. Después, fluyó todo: entrenar, disfrutar de la playa y, al final, una cena genial.
Creo que es importante desapegarnos a veces de la idea de que el fin de semana tiene que ser súper divertido, entregándonos a hacer lo que toca y permitiendo que la vida fluya, trayéndonos los regalos que tiene para nosotros.
Así que, familia, ese fue el vídeo de hoy. Me voy para allá, siguiendo el camino hasta la cima. Increíble. Así que, nos vamos.
